
Teoría de la hamburguesa
Teoría de la hamburguesa se basa en un caso sencillo, en la que el cerebro nos puede jugar varias malas pasadas. Podremos aplicarlo a varios aspectos de nuestras vidas, amigos, amantes, parejas, familiares, oportunidades que se nos abren, trabajos,…..
Empezaremos esta teoría con un supuesto caso, imaginemos que llevamos a dieta durante mucho tiempo. Todos los días controlando lo que comemos, qué comemos y la seguimos estrictamente sin saltarla ni un sola vez.
Pero un bello día te ponen una hamburguesa delante, puede que sea de cualquier restaurante de comida basura, y ni siquiera tiene buen aspecto. Pero te la comes, disfrutas y la saboreas como si fuera un gran manjar.
Solamente es una hamburguesa mala, cuando, por ejemplo, podríamos disfrutar con una de cualquier otro restaurante de mayor calidad y mejor sabor. Lo peor de todo esto, es que te sientes bien y te conformas con ese simple pedazo de plástico.
Nuestra mente puede jugarnos malas pasadas, haciéndonos creer que esa maldita hamburguesa es “lo mejor” que nos vamos a comer o hemos comido, y es una pura falacia, porque ya la hemos idealizado como si fuera un manjar antes de probarla, porque llevamos tanto tiempo a dieta, que saltársela, lo hace aún más interesante.
Basta que te prohíban algo para que lo desees.
¿Cuántas veces nos hemos comido ese tipo de hamburguesas? A lo largo de nuestra vida seguro que muchas.
En ocasiones ansiar algo y que te haga completamente feliz son cosas muy diferentes, por muchas causas, posiblemente sólo tenías el ideal en tu cabeza y no en tu corazón, no es lo que esperabas, no te produce ningún tipo de satisfacción personal, …
Así que haceros un favor, recordad esta Teoría de la hamburguesa, y si os coméis una “hamburguesa” cuando decidís terminar la “dieta” que sea de buena calidad.
Si lo hacéis, hacerlo bien y no a medias.

