¿Quién soy?

Me llaman Toya, sé que rima con demasiadas cosas y apuesto a que puedo competir contigo y salir victoriosa.

Nací en Valencia un 1 de junio allá por el 86, aunque siempre me gusta que los extraños adivinen mi edad, porque parezco más joven de lo que soy, creo que es una mezcla entre mi carácter y que, por suerte, tengo buenos genes.

¿Qué quieres ser de mayor?

Como a todo el mundo en la infancia me preguntaban ¿qué quieres ser de mayor? Siempre salía con una cosa nueva enfermera, profesora, veterinaria, feriante, también he querido estudiar Educación Física, Historiadora del arte, pero la verdad es que nunca he tenido una pasión como tal, puedo decir que estudiar periodismo es una de mis tareas pendientes, en el momento de decisión, mi nota de corte estaba muy lejos de mis sueños y no tenía un duro para ir por lo privado.

En el colegio mis asignaturas favoritas eran educación física, matemáticas, plástica, lengua e historia.  No tiene que ver una cosa con la otra, pero siempre he sido una persona con gustos muy dispares, a la que le encanta aprender cosas nuevas, bastante inquieta, cuestionarlo todo y no me callo ni debajo del agua.

Camino a  la adolescencia, aprendí lo que era el trabajo duro sin ver casi resultados. Mis padres tenían un negocio familiar que, precisamente, no estaba yendo demasiado bien y cuando no estaba estudiando, estaba trabajando para ayudar en casa.

Con los años y a la vez que estudiaba, me tenía que buscar la vida para tener los caprichos de una adolescente. A lo que más me he dedicado es a dar clases de repaso y cuidar a mi primo Ausiàs, hasta que conseguí un trabajo “formal” en la cadena de Telepizza como auxiliar de fines de semana.

Los años en Telepizza

Recuerdo el primer día como si fuese hoy, y también pienso las veces que pensé que no pasaría el periodo de prueba y el miedo que sentía por ello, ya que necesitaba el dinero.

Para mi sorpresa lo pasé, me subieron de horas cuando lo pedí y en menos de un año estaba siendo encargada de media jornada, cosa que duró unos cuantos años.

Los principios fueron duros, porque quería estar al nivel de mis compañeros, que tenían mucha más experiencia que yo, pero por motivos obvios era imposible, porque soy una persona muy nerviosa y gestionar eso con picos altos de estrés no es tan sencillo como mucha gente se cree.

Con los años me promocionaron a jornada completa y al poco tiempo a encargada que es la “mano derecha del jefe”. He de decir que muchos buenos compañeros me ayudaron muchísimo a mejorar, me enseñaron muchas cosas, mi curiosidad por todo y ganas de aprender cosas, porque lo que ya sabía me aburría, influyó bastante.

Hasta el punto de que varios encargados que eran aprendices, pasaban formaciones conmigo. Llegó un día que me ofrecieron ir a un pueblo de Almería, Vera, a formar a todo el equipo: auxiliares, repartidores, equipo gerente y al futuro jefe. En cuestión de dos días dije que sí, porque vi que era una gran oportunidad de crecimiento en la empresa y personal. Y esa decisión cambió mi vida por completo porque aprendí mucho de mí a nivel personal y profesional; ya que me di cuenta que sabía mucho más de lo que pensaba y conocí a personas con las que aún mantengo contacto, aunque sea poco hoy en día pero son maravillosas.

Con mi vuelta a Valencia con muchas ganas e ilusión, a las dos semanas mi nueva supervisora, después de ver el trabajo que hice allí, me propuso para una entrevista para un nuevo proyecto de la marca: abrir tiendas con Pizza Hut. 

No quiero tirarme flores, pero desde mi punto de vista la entrevista me salió bastante bien, y mi perfil salió como primera propuesta de mi ciudad. Para mí era una forma de crecer profesionalmente, ya que donde estaba no tenía expectativas de futuro, porque era realmente imposible promocionar.

Proyecto Pizza Hut

Los inicios, otra vez, fueron bastante duros, porque la nueva marca tenía muchísimos protocolos que no dominamos, inspecciones sorpresa con auditor cada tres meses, plantilla nueva completamente, bajas de compañeros, equipo gerente muy novato,…. A pesar de todos los contratiempos hicimos un equipo muy bueno, con muchas ganas de trabajar y con personas que se esforzaban al máximo en el día a día.

Después de la pandemia conseguimos abrir una segunda tienda en nuestra ciudad, Valencia, de la que unos meses después fui jefa. Y casi al año de estar en mi puesto acomodada, aunque con algún quebradero de cabeza que otro, me ofrecieron ir a Barcelona a formar a  la plantilla, Equipos Gerentes y seleccionar un perfil de jefe.

Después de varias negociaciones acepté el puesto allí, porque necesitaba cambiar de aires a nivel personal, ya que no estaba en un buen momento personal, profesionalmente vi un reto, y que mi jefa confiaba en mí, cosa que motivó bastante.

A pesar de que es momento a nivel emocional no fuese el indicado, las personas más cercanas a mi lo sabían, y muchos contratiempos disfruté mucho de esa etapa, porque me obligó a volver a pensar en mí, cosa que durante mucho tiempo dejé apartado por mi trabajo y decidí que todo este proceso y en todos los niveles me lo tomaría con calma, palabra que nunca a ido muy bien conmigo. Hasta que el 10 de junio recibimos un correo con una carta de ERE.

Hay personas que no se lo tomarían de la mejor forma, pero para mi fue como soltar un lastre. A pesar de que había motivos por los que mi trabajo me gustaba, principalmente las personas, que no era monótono y la posibilidad de crecer en una empresa grande, existían varios factores por lo que tampoco me hacían completamente feliz entre ellos que no podía disfrutar de mi vida, trabajar turnos de noche, la rotación de plantilla, la autoexigencia, perderme muchos momentos con mis seres queridos, cosas que se escapaban de mi control que me desestabilizaban y generaban ansiedad.

Llevaba tiempo planteándome cambiar de trabajo para tener una mejora profesional y calidad de vida. Y con eso se me abrió un mundo de opciones donde podía volver a preguntarme ¿Qué quiero hacer? y ver opciones. Cosa que antes no hice por cobardía, falta de dinero o de opciones. 

Realmente no podía dejar el trabajo antes porque necesitaba el dinero para poder vivir y proyectos de futuro, pero abriéndose la opción de tener tiempo y el paro de por medio tuve la oportunidad de reinventarme profesionalmente.

Empezando de cero

Decidí por aprender cosas en la red, ya que mi hermano en varias ocasiones me propuso enseñarme cosas sobre SEO, y el tema de marketing siempre me llamó la atención y toqué un poco y de otra forma dentro de mi trabajo anterior.

Pues aquí ando, reabriendo un blog que dejé de actualizar en el 2016 donde escribía cosas que se me pasaban por la cabeza y vivencias. Aunque ahora voy a escribir un poco de todo, otra vez, también he añadido una sección sobre lo que estoy aprendiendo sobre SEO.

Empecé viendo unos videos en Youtube de Chuiso sobre “Cómo empezar a ganar dinero en nichos para novatos”, que me recomendó mi hermano, para empezar a entrar y entender en el mundillo, son videos gratuitos también se puede acceder a través de TeamPlatino Rookie, bastante bien explicados sobre lo que son los nichos, las búsquedas de palabras claves, como empezar a montar un web, redacción de artículos y muchas cosas más. 

Mi hermano, @Queseo , me ha ido explicando cosas y facilitado acceso a herramientas muy útiles sobre redacción de textos para posicionar.

Tengo montadas un para de webs en WordPress con las que voy trasteando, viendo las cosas que son prácticas y las que no, con las que he cometido algunos errores por no hacer caso a las recomendaciones y querer hacer las cosas perfectas desde un primer momento.

Pero con todo eso voy aprendiendo, a pesar de ir haciendo alguna cagada que otra.

También voy a hablar sobre las cosas que pienso, situaciones que he vivido. Escribir es algo que me encanta y me gustaría compartir con vosotros muchas cosas.

La capacidad de elección es lo que nos hace libres.

T.S.